Amada Humanidad,
En esta nueva oportunidad de contacto deseamos hablarles de un pensamiento que muchos de ustedes nos envían a lo largo de gran parte de su vida física.
¿Durante cuánto tiempo han dirigido sus oraciones al Universo lamentándose por las decisiones y acciones que han realizado en el pasado?
Esos pensamientos, cuando no son gestionados de forma coherente y sana, se convierten en bloqueos emocionales que influyen profundamente en su modo de reflexionar y de actuar ante las adversidades de la vida. Es importante que le den su espacio e importancia a esos sentimientos que esconden en lo más profundo de su alma y que en este momento producen en ustedes altas dosis de sufrimiento, culpa y remordimiento.
Analicen por un momento: ¿Con qué frecuencia se encuentran reflexionando sobre lo que han hecho en su vida? ¿Cuánto tiempo dedican a repasar sus acciones pasadas, lo que hicieron, lo que no hicieron o lo que podían haber hecho? ¿Y en qué medida esa reflexión se convierte en un diálogo interno inarmónico y destructivo basado en un pasado que ya no puede ser modificado?
En este momento les invitamos a que sea el primer día de su nueva estructura de pensamiento. Dejen de castigarse por acciones pasadas o el supuesto cúmulo de posibilidades que hubieran deseado en su lugar porque en realidad todo fue y es como debe ser.
Entreguen el peso de sus secretos al Universo, decidan compartir con los demás la carga que los limita como seres ilimitados, liberando la información que mantiene secuestrada su libertad y verán como una nueva versión de ustedes saldrá a la luz, dejando todo ese sufrimiento atrás.
Todos ustedes establecen la comprensión de su realidad a través de la capacidad cerebral de acumular memoria, almacenando partes selectivas de sus experiencias y decisiones pasadas, pero la mayor parte de las veces lo hacen de manera excesivamente crítica, juiciosa y sin autocompasión. Están examinando con detalle lo que consideran errores del pasado, imaginando alternativas para lograr un supuesto “camino correcto” que son incoherentes y que nacen fruto del desconocimiento sobre cómo funcionan los principios que rigen el Universo.
¿Por qué son tan duros con ustedes mismos ante lo que consideran errores cometidos? La verdad es que no se dan cuenta del sufrimiento que se causan a nivel personal y al entorno que les rodea.
En el Universo los errores no existen. Cuando aprenden las lecciones ocultas que el destino intenta transmitirles a través de la experiencia, logran dar un paso más hacia su evolución y avanzan. Cuando esas lecciones no son adquiridas, lo consideran un error o fracaso inmutable cuando en realidad será, una vez más, una oportunidad de aprender del mismo modo que ya se les dio anteriormente y se les dará, hasta que la lección sea adquirida, de nuevo. Ustedes creen que analizar bajo el prisma de la culpabilidad su pasado es un modo de aprender de sus fallos, pero en realidad es la lección escondida tras todas esas situaciones las que esperan ser reveladas. No crean que al sentirse culpables o arrepentidos constantemente están de alguna manera compensando esos errores. En realidad, se espera de ustedes el aprendizaje y la evolución en lugar de elegir quedarse atrapados en las arenas del arrepentimiento y la redención. El verdadero aprendizaje surge cuando dejan de criticar sus actos pasados y en su lugar de eso buscan entenderlos y reconciliarse con ellos, valorando la experiencia y adquiriendo la sagrada lección necesaria para su evolución.
Dejen de culpabilizarse, la culpa es un hábito poderoso que les mantiene atados al pasado y les atrapa en un bucle indefinido. Se sienten mal por haber lastimado a alguien, por haber permitido que les lastimen o por no haber tomado mejores decisiones en su momento, se reprochan cómo actuaron y lamentan no haberlo hecho mejor en un espacio / tiempo que ya no puede ser alterado.
Nunca olviden que, bajo su estado evolutivo, hicieron lo mejor que pudieron con el nivel de consciencia y la información que poseían. Lo que hicieron fue lo único que podían haber hecho con los conocimientos y la personalidad que tenían en aquel entonces, debía suceder cómo sucedió, ni mejor ni peor.
Con el paso del tiempo y la experiencia adquirida, les será fácil comprender lo que hasta ahora no percibían ni entendían de forma clara. La sabiduría siempre llega después de la experiencia, no antes.
Si ahora abordan el pasado con una energía de paz y aceptación, podrán ver el pasado con otra perspectiva, dando gracias a esos errores que creen haber cometido y que les aportó la sabiduría que actualmente han adquirido (y que seguirán adquiriendo hasta el fin de sus días físicos). Agradezcan esta nueva comprensión y libérense de ciclo eterno de la culpa que tanto sufrimiento y caos está provocando en sus vidas cada día.
En este momento decidan aprender de lo que consideran sus faltas y dejen de vivir bajo el arrepentimiento y la culpabilidad constante, evitando repetir el daño que han podido causar en el pasado con sus palabras y acciones, enmendando con las aptitudes que ahora poseen y evitando hacer más daño.
¿Qué ganan con lamentarse constantemente por lo ocurrido? ¿Por qué desperdiciar energía deseando modificar un pasado que ya no existe más allá de su memoria?
Todas las experiencias, incluso aquellas que consideran errores y fracasos, son lecciones que los han llevado a ser quienes son hoy. Agradezcan esas lecciones y sigan avanzando.
No vivan bajo la creencia de que sus errores son condenas, su pasado no define quiénes son ahora. Si consideran que cometieron un error, eso no les convierte en un fracaso, sino en alguien con otra oportunidad para aprender lo que no entendieron en su momento. Si en el pasado actuaron de una manera egoísta o no pudieron establecer límites, eso no significa que esa circunstancia sea algo permanente e inamovible. Dejen ya de definirse y condenarse por lo que hicieron. Aprendan a enfocar la vida con una nueva mirada celestial, basada en el amor, la sabiduría, la aceptación y la gratitud, aprendidas gracias a eso que ustedes han llamado hasta ahora “errores”.
Reconcíliense con ustedes mismos, es hora de aprender a mirar con compasión a su pasado. Seguramente provocaron daño a otros seres con sus acciones y otros seres les provocaron daño a ustedes, sin embargo, lo importante es adquirir las habilidades del auto perdón, comprensión y aprender a cerrar las etapas del pasado con aceptación.
Acepten la historia de su existencia en su totalidad porque es crucial para adquirir la libertad necesaria para forjar un nuevo camino. La culpa, los remordimientos y la crítica constante sólo les mantendrá atados a esos momentos dolorosos del pasado, impidiendo abrir y liberar el corazón y con él, la capacidad de sentirse felices.
Ustedes deben aprender a vivir en un presente constante porque fuera de ese espacio tiempo real todo lo demás es una ilusión, una proyección de sus capacidades mentales. La verdad es que ustedes ya no viven en su pasado, acéptenlo, aprendan de él y sigan viviendo.
Siempre a su lado… Mensajeros de la Era de Acuario.
Canalización: Prof. Denis Astelar – Marzo 2024
Universidad de vida – Enseñanzas de Desarrollo Humano