Nuestra vida está compuesta de fuerzas opuestas. Nuestra experiencia se adquiere a través de los contrastes que el camino nos muestra y que no siempre se presentan de forma hermosa, agradable y dulce.
Bajo el manto del Universo, los polos opuestos cumplen una misión vital basada en enseñarnos a través de los distintos contrastes.
Desde nuestro nacimiento hasta nuestra partida somos los artistas de un lienzo que ya tiene dibujado los contornos pero que, con mayor o menor dificultad y talento, nos permite colorearlos e interpretarlos de una forma que cambia según evolucionamos. En dicha paleta, el artista puede abarcar todos los colores existentes, incluidos el blanco y el negro, los claros y los oscuros, y de nosotros depende la mezcla y la técnica para hacer frente al desafío de la vida.
Aunque muchas personas lo intentan sin éxito, no se puede alcanzar una vida plena sin pasar por algunos paisajes cargados de energías que lejos de parecer beneficiosas, son clave para alcanzar los mayores y más altos anhelos del Alma. Jamás podremos disfrutar de la salida del sol sin que la luna realice su acto, la tristeza debe aparecer en escena de vez en cuando para recordarnos las etapas en que la alegría le ha hecho el relevo, el miedo y las resistencias son la antesala al gran pasillo que recorreremos para lograr el amor y la paz.
La clave de la existencia no se basa en evitar o anular cualquiera de los polos que te resulten desagradables u oscuros, se trata de comprender que bajo la forma de las sombras más horribles y de los destellos más brillantes, el Universo está modelando tu Ser dentro de Ti hasta lograr retirar todas las impurezas que adquiriste mientras realizas tu peregrinaje personal y que impiden que sientas la grandeza que eres y la cantidad de estrellas que guardas en tu corazón con la misión de rellenar el cielo nocturno.
Dentro de nosotros brilla una música de luces porque le acompañan los instrumentos de sombras y como músico del cosmos, tú decides qué armonías son las que deseas escuchar con mayor frecuencia. Si no te gusta la música que oyes en tu entorno, ¡coge de nuevo la partitura y empieza a componer de nuevo!
Pasarás épocas bajo la lluvia, otras bajo el sol justiciero y otras bajo la triste penumbra, pero tan sólo depende de Ti el convertir ese viaje en un aprendizaje espiritual o en una condena humana.
Es necesaria la oscuridad para poder contemplar mejor el brillo de las estrellas e incluso en momentos de mayor abatimiento y desesperación, pueden despertarse los sentimientos más fuertes y la solidaridad más abrumadora. Sin la aparente dualidad, nadie podría expresarse a sí mismo con todo su verdadero poder e identidad.
No huyas de aquello que te causa dolor, simplemente identifícalo y déjalo salir. Te guste o no, esos extremos van a seguir existiendo a lo largo de tu aprendizaje de vida. No desperdicies los momentos hermosos y alegres, simplemente vívelos y evita intentar encerrarlos en botes de cristal. Usa el pasado como tu mejor maestro y no como tu torturador, usa tu futuro como una herramienta de motivación y creatividad y no como un agujero negro lleno de anhelos y aspiraciones que tan sólo generan altas dosis de ansiedad y melancolía.
Cuando llegue el momento comprenderás que nada sucede por azar y que, desde tu última carcajada hasta la última lágrima, todo es un mapa que se revela poco a poco para descubrirte quién eres en realidad y mostrarte el maravilloso misterio que es la vida, más allá de las emociones, los sentimientos, los miedos y las dudas...
Canta bajo la lluvia, baila bajo la luz del sol y aúlla a la luz de la luna y verás la hermosa alfombra que compone el Destino y la sagrada misión de hacerte ver lo que todavía no has percibido en su totalidad.
Aunque la existencia se componga de un extenso y difícil laberinto, todo tiene sentido al final.
¡Feliz vida!
Prof. Denis Astelar
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