Pocas personas pueden decir que están en la Tierra sin un oficio ni beneficio concreto debido a su situación personal o económica, el resto debemos dedicar dos terceras partes de nuestra vida a una actividad laboral a cambio de un bienestar material.
Aunque otro pequeño porcentaje de personas que trabajan pueden hacerlo en aquello que realmente sueñan y desean, los demás deben buscar todos los días la aparente estabilidad laboral abriendo y cerrando puertas constantemente.
Sea cuál sea nuestra labor, sin duda alguna nos dedicamos directa o indirectamente al reino vegetal, animal, humano o espiritual. Ese destinatario convierte tu trabajo en una misión profundamente importante basada en el servicio y la entrega que, con mayor o menor satisfacción, realizamos por y para el mundo.
Trabaja duro, lo justo y lo mejor que seas capaz porque esa será tu recompensa interior y tu legado para la humanidad.
Esfuérzate cada día al máximo, busca sentir la mayor satisfacción en todo lo que realizas y no dejes de perfeccionarte, mejorarte y aprender de todos los errores cometidos.
La mayoría de personas no le dedican toda su entrega a su trabajo mientras lo realizan y eso les convierte en un ser gris, mediocre e infeliz debido a que de la misma forma en que trata sus labores en la vida, la vida se lo entregará con la misma moneda.
Recuerda que un auténtico profesional jamás se queda sin trabajo.
Cambia tu actitud en todo lo que realizas y verás cómo atraes a clientes de otra categoría, crearás un ambiente armónico en tus compañeros y acabarás en el lugar que realmente te pertenece con la certeza de saber que las cosas mal hechas no tienen futuro pero si logras tu auténtico reconocimiento interior descubrirás que las cosas bien hechas no tienen límites.
En muy posible que muchas personas se dediquen a lo mismo que haces y la competencia casi siempre da margen de tregua. Nunca olvides que lo que destacará a una persona de otra será la entrega, la vocación y la dedicación que seas capaz de proyectar en todo lo que haces.
Trabaja de tal modo que cuando se termine el ciclo laboral en tu vida puedas echar la vista atrás y sonreír, sabiendo lo mucho que has aprendido, lo mucho que has entregado y lo mucho que te ha dado dicha experiencia, haciendo brotar de tu interior una gratitud sincera y profunda.
No se trata de ser el mejor ni superar a nadie, se trata de superarte a Ti mism@ y sentir que si las cosas se pueden hacer mejor, deben hacerse mejor para ser cada día más eficiente, profesional, sabi@ y feliz.
¡Feliz vida!
Prof. Denis Astelar http://www.academiahermes.com Tel. 678 615 602