Agradecer por despertar un nuevo día.
Tener a alguien a quien sonreír.
Acariciar a las plantas, a los animales y a las personas que llenan tus vacíos.
Disfrutar del cuerpo, las caricias, el placer, los sentidos.
Charlar sobre la existencia, el universo, la felicidad, lo trascendental.
Buscar la sencillez en todo y hacer de lo simple tu bandera.
Amar, perdonar, caer, levantarse.
Crear proyectos, ilusiones, sueños.
Dibujar, escribir, cantar, bailar, jugar.
Viajar, pasear, sentir la naturaleza.
Dedicar tu tiempo a los demás, a lo que te gusta, a tu vocación por encima de todo.
Encontrar la paz, la tranquilidad, la satisfacción.
Aceptar que se cometen errores y se viven experiencias que al fin y al cabo definen cómo eres y te ayudan a llegar al camino.
Ser sin importar quién eres, fuiste o serás.
Usar tus dones conforme el Universo te los entrega.
Saber cuándo es momento de un “hola”, un “adiós”, un “ahora”, un “sí” y un “no”.
Hacer las cosas lo mejor que sepas, siempre.
Mejorar todo lo que puedas mejorar, constantemente.
Partir con la sensación de haber vivido de tal forma que volverías a repetir la misma obra de teatro.
Actuar como te dicta el corazón viviendo como te da la gana porque tu existencia es tuya.
Vivir sólo es eso, vivir sólo es eso…
Prof. Denis Astelar