Encontrar la paz se convierte en la existencia humana en uno de los estados interiores que genera el mayor anhelo de una búsqueda incesante hacia nuestro propio bienestar físico, mental y espiritual.
La paz no sólo debe recuperarse como modo incondicional de vida, también se convierte en la tarea más compleja en nuestro día a día debido a que debemos ser capaces de mantenerla y conservarla como si fuera la pulsación de una estrella que debemos guardar en un caja fuerte en el interior de nuestra Alma. Ese estado es un bien tan preciado que pocos logran conseguirlo y otros pocos logran conservar, por esa razón la humanidad se convierte en un ladrón de estados que de forma inconsciente cree, inútilmente, que perturbando la paz de los demás encontrará la suya propia.
Cuando uno comprende y aplica las verdades universales consigue tener a su disposición un conjunto de herramientas que realmente le hacen vivir por encima de las necesidades más elementales del hombre y le permite experimentar la sensación de estar en la Tierra de paso, como un nómada que viene al planeta a aprender aquello que necesita para poder acceder a lugares más especiales, a estados superiores y a identidades más puras.
Antes de encarnar en este o en cualquier otro lugar y bajo cualquier otro estado adecuado a tu evolución, redactas el contrato sagrado donde pactas el encuentro y las condiciones de aprendizaje que darán lugar durante tu largo viaje de la vida. Los animales, plantas, personas, lugares y lecciones quedan registradas en el firmamento cuya misión de tu Guía de Luz será cumplir con detalle y mimo según lo redactado una vez hayas encarnado. Cada una de las situaciones y vivencias que pactaste vivir se irán modelando y manifestando en tu vida para llevarte al cumplimiento de tu misión una vez ya te encuentres bajo el manto del olvido y preso de tu identidad ficticia.
Recuerda que la mayor parte de tu vida nos vas a poder cambiar o elegir lo vivido pero sí puedes elegir cómo encajarlo y qué aprendizaje y conclusiones sacas de ello porque ese, al fin y al cabo, es tu propósito más importante y tu verdadero papel aquí.
Debes saber que vayas donde vayas todo tiene una razón, vivas lo que vivas tiene un propósito que cumplir y pase lo que pase todo terminará bien al final. Si no olvidas que siempre vas guiado y que todo fluye según tu voluntad superior, lograrás encontrar la paz y empezarás a vivir de verdad en lugar de intentar desviarte de las tormentas, aprender con más sufrimiento del realmente necesario e intentando engañar a un destino que te conoce mejor que a Ti mism@.
Prof. Denis Astelar