Qué lamentable ver tantos avances en evolución social y madurez humana y de repente caer en las mismas trampas del pasado una y otra vez, pasando el testigo de una mano a otra cometiendo los mismos errores, pero con mayor gravedad y preocupación porque ya existen de ellos antecedentes y son conocidos.
Estamos en la era de los ofendidit@s, de las personas a las que les molesta todo y que confunden la justicia y los derechos con tener que pensar, hacer y decir lo mismo que ellos consideran “lo correcto” o de lo contrario no eres más que el villano más grande de esta película llamada vida.
* Se juzga a personas por delitos sin demostrar incluso 10 años después de estar muerto.
* La gente defiende con su vida a partidos políticos y banderas que no defienden los derechos ni representan a nada ni de nadie.
* Sea del tema que sea, se trate lo que se trate, nos pasamos de un extremo a otro sin buscar un intermedio y un equilibrio y a eso se le llama fanatismo. En este momento es más importante tener la razón que la sabiduría.
* Perdemos la vida entera intentando buscar a Dios que lo creó todo, pero honramos su divinidad destruyendo todo aquello que creó.
* Lo que en antaño era flirtear, ligar o camelar inocentemente con el fin de relacionarse, ahora es acoso, abuso, agresión, misoginia y otros 1000 delitos más, concentrando la desigualdad de géneros en un problema exclusivamente masculino cuando la vida, el amor y la conexión sólo puede crearse con la unión de ambos, sean del género que sean.
* La humanidad quiere un mundo mejor pero no recicla, no respeta la naturaleza, no busca modos alternativos de vivir y siguen siendo un claro ejemplo de incivismo planetario.
Al final un@ no podrá tirarse un pedo sin que lo acusen de ser un arma química, opinar sin que le disparen, ni ir en pelotas por casa sin que llamen a las fuerzas especiales para que tiren la puerta abajo y le arresten.
En estos momentos de la vida, donde tanto ha costado tener libertad de expresión y la oportunidad de pensar y de ser un@ mism@, parece que a la que se abre la boca o se actúa de una manera distinta a lo que “la masa” espera, todos los cañones te apuntan para disparar sin compasión, sin respeto ni tolerancia.
Nunca olviden que precisamente aquellos que exigen justicia son los primeros que la pierden de vista, porque mayormente suelen confundir el ser just@ con ser un justiciero.
Todo el mundo quiere tener una vida y una casa preciosa, pero así está el patio…
Prof. Denis Astelar
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