Cuánta tontería y sectarismo camuflado de enseñanzas de vanguardia con las doctrinas basadas en hábitos, disciplinas de todo tipo y fanatismos varios...
El mero hecho de decirle a alguien cómo debe ser o cómo debería actuar te convierte automáticamente en una referencia inválida para otros pues deja en clara evidencia el desconocimiento de cómo funciona la mecánica de la evolución del Alma. Cada uno tiene un camino y una evolución personal únicas y saber esa verdad es comprender los pasos sagrados de cada uno, permitiendo que cada cual realice su peregrinaje de la vida tal y como lo vaya sintiendo, no como le dicten mentes ajenas casi siempre poseídas por el espíritu de la verdad absoluta.
Los fanatismos y los manuales de la vida y "del buen hacer" suelen convertirse nada más que en juicios y más prejuicios, haciendo que aquellos que abanderan con sus actos un discurso de justicia son los primeros que suelen perderla de vista...
Si desea dar ejemplos de "amante de los animales", "ecologista", "espiritual", "superioridad moral" o falsa "superioridad humana", deberíamos empezar por comportarnos como un "SER HUMANO" y respetar a los semejantes, por muy elevados o muy simplones que puedan parecer ante los ojos de aquellos que ya creen estar tocando las puertas de la Luz con las yemas de sus dedos siendo todavía de carne y hueso y defecando lo mismo sea lo que sea de lo que se alimenten.
Ya lo dijo algún reflexivo de su tiempo: "No es lo que entra en la boca lo que contamina al hombre; sino lo que sale de la boca, eso es lo que contamina al hombre."
Si muchos que creen estar impolutos y puros en sus carnes convirtieran al final del día sus palabras en alimento y tuvieran que tragarlas, muchos de ellos perecerían antes de llegar el alba.
Del mismo modo que yo no puedo decirle a usted cómo comer, cómo ser o cómo sentir porque está limitado y marcado por sus propios méritos interiores, no deberían los demás hacerlo con sus semejantes...
En ocasiones, cerrar los ojos frente a una playa, vestir ropa ligera, cargar de humo aromático un espacio o permanecer inmóvil con las piernas cruzadas bajo un árbol en no significa nada más que eso... poco más.
Dejemos de dar tantas "lecciones mediocres de un iluminado mediocre oculto entre los hombres" y empecemos a practicar el respeto y la evolución de cada cuál, que, en ocasiones, por el mero hecho de no juzgar a los demás por lo que hacen o dejan de hacer, suelen dejar bastante en evidencia a aquellos iluminados becarios que pretendían reprender a otros con sus propias limitaciones o auto censuras.
Que cada un@ haga lo que sienta cuándo lo sienta y que acepte las consecuencias de sus actos sin miedos ni influencias de imposiciones ajenas. Se trata de ser único, no de clonarse en el reflejo de lo que otros dicen ser sin saber lo que son en realidad porque siguen en el camino de la búsqueda como la mayoría de los mortales, a los que trata con rechazo y prepotencia.
Al final sólo queda una clara conclusión: Una cosa es lo que somos y otra muy distinta es lo que desearíamos aparentar ser...
Al final la bata del hospital es la misma para todos, el horno crematorio no distingue de clases ni castas, la manta brillante que te cubre en un accidente no conoce tus logros ni fracasos porque al final lo único que importa es lo que has dejado grabado en la mente y en el corazón de los demás en forma de palabras y actos y el resto es teatro.
Más autenticidad y menos "puesta en escena", humildad que la vida da muchas vueltas y al final la verdad sólo tiene un camino.
Prof. Denis Astelar
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